La mayoría de las personas jóvenes inician su vida sexual a temprana edad, según un estudio de la Universidad de la Sabana, el promedio está determinado así: los hombres a los 13 años y las mujeres a los 15.
La adolescencia es una etapa marcada por cambios físicos, psicológicos y sociales que llevan a que los chicos y chicas experimenten nuevos sentimientos, sensaciones y curiosidad por descubrir y explorar sus temores en torno a la vivencia de la sexualidad. Con frecuencia esta búsqueda los expone también, a la reafirmación de mitos en tanto sus fuentes de consulta pueden ser poco confiables; amigos desinformados o fuentes de internet poco confiables exponiéndose a prácticas poco seguras en la vivencia de la sexualidad que en la mayoría de los casos desencadenan en un embarazo adolescente no deseado.
Desde la iniciativa Punto D, hemos ratificado que una manera de prevención del embarazo Adolescente es transformar las prácticas de comunicación para interactuar de una manera mas cercana con ellos y ellas. Esto supone que las personas como padres, madres y profesores se conviertan en adultos con escucha; es decir referentes de confianza que acompañan un ejercicio tranquilo de la sexualidad, desde un interés genuino por entender las necesidades e inquietudes más allá de los prejuicios.
Un adulto con escucha (uno delos componentes de la estrategia Punto D) es aquella persona que sitúa a los y las adolescentes como sujetos y por ende, ampara sus derechos sexuales y reproductivos, no juzga y se enfoca en promover el aprendizaje, reflexión y toma de decisiones informadas.
Para llegar a ser un adulto con escucha, no es necesario ser un experto en educación sexual, no se trata de conocer todas las respuestas, sino generar la suficiente empatía para que ellos se acerquen a pedir tu ayuda y juntos puedan encontrarla.
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